Intervencion de Antecedentes

Acerca de las principales intervenciones estratégicas previas

10/24/20242 min leer

OCTUBRE DE 2024

Artículo sobre intervencion de antecedentes

Comprender las intervenciones previas en la terapia ABA

Las intervenciones previas implican ajustar el entorno, las rutinas o los eventos que preceden a comportamientos no deseados para fomentar comportamientos más deseables. Al modificar estos antecedentes, podemos preparar el escenario para cambios positivos de comportamiento y reducir la probabilidad de comportamientos problemáticos.

Por ejemplo, en un aula donde un estudiante experimenta estrés durante las pruebas que conducen a arrebatos, proporcionar una bola de estrés puede ayudar a mitigar este comportamiento al introducir una rutina calmante. Las intervenciones previas se utilizan ampliamente en la terapia ABA en varios entornos, incluyendo escuelas, hogares y actividades recreativas.

Los beneficios de las intervenciones previas

Las intervenciones previas ofrecen beneficios significativos en la gestión de comportamientos. Al centrarse en los antecedentes en lugar de en las consecuencias, estas estrategias previenen proactivamente comportamientos problemáticos. Este enfoque ahorra tiempo y esfuerzo al enfatizar el desarrollo de comportamientos positivos sobre la corrección de los negativos.

Además, las intervenciones precedentes ayudan a crear un entorno de apoyo que fomenta el éxito. Esto aumenta la autoeficacia, promueve la satisfacción con la finalización de la tarea y contribuye al refuerzo positivo general, lo que lleva a un mejor bienestar general.

Intervenciones clave de antecedentes de ABA

1. Cambios ambientales: Ajustar el entorno puede influir en gran medida en el comportamiento. Reducir las distracciones o crear espacios tranquilos puede mejorar la concentración, mientras que los elementos sensoriales pueden ayudar a mantener la atención.

2. Proporcionar opciones: Permitir que las personas elijan entre actividades pueden reducir los comportamientos indeseables al darles una sensación de control. Por ejemplo, en lugar de decir: "Cepíllate los dientes ahora", podrías preguntar: "¿Te gustaría usar el cepillo de dientes rojo o azul?"

3. Ayudas visuales: Herramientas como horarios, temporizadores visuales o tarjetas de referencia ayudan a las expectativas de la comunidad con claridad. Estas ayudas pueden reducir la ansiedad y facilitar transiciones más suaves al delinear visualmente las rutinas y tareas.

4. Secuencia de solicitud de alta probabilidad: Esta estrategia consiste en plantear una serie de tareas fáciles antes de introducir una más desafiante. Al iniciar con actividades simples, es más probable que el individuo se sienta motivado y aumente la probabilidad de cumplir con tareas más difíciles.

5. Entrenamiento de comunicación funcional (FCT): FCT enseña a los individuos a alterar las formas nativas de expresar sus necesidades o deseos, reemplazando los comportamientos problemáticos. Por ejemplo, si un niño golpea para conseguir un juguete, enseñarle a usar un sistema de imagen exc hange o lenguaje de señas para solicitar el juguete puede reducir este comportamiento.

Intervenciones según función de la conducta

Escape: Proporcionar opciones, ofrecer descansos frecuentes e incorporar los intereses del individuo en las tareas son estrategias clave para reducir los comportamientos de escape.

Atención: Use refuerzo no-contingente y permita oportunidades frecuentes de respuesta a los comportamientos de búsqueda de atención.

Tangible: Horarios visuales y el refuerzo no-contingente puede manejar comportamientos relacionados con el acceso tangibles.

Sensorial: Abordar las preocupaciones médicas, enriquecer el medio ambiente y proporcionar formas aceptables de buscar información sensorial.

Al implementar estas intervenciones previas, podemos actuar de forma proactiva para evitar el problema de conducta, creando un entorno terapéutico más positivo y efectivo.